dilluns, 10 de juny del 2013

El comercio tradicional de nuestro barrio

Desde que aquellas mujeres cargadas con sus cestos de mimbre, andaban por las calles del barrio, vendiendo pescado, los que alquilaban lavadoras en casas particulares, los que hacían estraperlo, ellos eran pequeños comerciantes.

Recordamos aquellos pequeños colmados familiares donde el dueño conocía a todos sus clientes por su nombre de pila. Aquella pequeña tienda pintoresca en la calle Baluarte donde podíamos encontrar todo tipo de utensilios de cocina, ollas de barro, cerámica, cucharones .... y, sobretodo, el antiguo mercado que a su alrededor tenía unas paraditas donde encontrábamos desde bolsos a  libros, sin olvidarnos de las  "pageses" que con su sentido del humor vendían sus propias verduras y hortalizas.


Si un día nos apetecía desayunar o merendar unos churros, en el Paseo Nacional teníamos dos churrerías. Teníamos también  pastelerías, lecherías , jugueterías, sastrerías, y muchos mas pequeños comercios. Para los momentos de ocio disfrutábamos de dos cines, Marina y Barcino.


Sabemos que el comercio tradicional vive una agonía y un continuo cambio, y no es extraño encontrar el cartel de cerrado en muchos de ellos. Los más valientes se mantienen en la cuerda floja, sobreviviendo a duras penas. Ojala las cosas cambien para mejor y puedan mantenerse, los que quedan, abiertos muchos años más. A los nuevos comerciantes, decirles que en el barrio no solo necesitamos tiendas tradicionales de "todo a 100", fruterías en exceso y supermercados miles.


En conclusión, echamos de menos aquel barrio parecido a un pueblo donde casi todo el mundo se conocía y podía cubrir todas sus necesidades. No olvidemos que gracias aquellos pequeños comercios muchas de sus gentes encontraron su primer trabajo.
En el diario de la Barceloneta, de este mes de junio, sea publicado a través de la Associació  de comerciants i Industrials de la Barceloneta una campaña Nuclis Antics para incentivar la compra en el barrio. 

2 comentaris:

  1. El que més m'agradava del mercat a on anava la meva mare a comprar era que sempre que el botiguer em veia amb ella em donava uns trossets de pernil salat del bo. Els mercats de tota la vida sabien com cuidar a la clientela :P

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  2. Abans eren botiguers sabien del negoci, competien entre ells i intentaven guanyar tant a nous clients, com als fills dels compradors que al la fi són els clientes de avui. Però està es la meva visió avui al mercat hi ha poc de tot, tant de clientes com de parades variades.

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